El dragón de la montaña triste

Cuentan las leyendas y los mitos, que los dragones no tienen corazón.
Para poder sobrevivir, lo hacen a través de un corazón humano, al que devuelven el favor dándole fortaleza y bienaventuranza. Sin, embargo, está simbiosis tiene un pequeño inconveniente, al no tener corazón propio, los dragones sufren, sí el alma del humano con que comparten el corazón sufre.
El dragón de la montaña triste, era el dragón más bello de su raza. Negro con una gran barba gris y unos ojos rojos extremadamente fuertes.
Sin embargo, el dragón de la montaña triste, no era entendido por los otros dragones, ya que no le gustaba atormentar humanos, sólo disfrutaba volando y jugando con otros dragones.
Pero a él, eso no le importaba.
Paso un día que la humana que tenía el corazón del dragón de la montaña triste, perdió toda esperanza y amor por la humanidad. El dragón poco a poco, perdió su facultad de volar. Y se fue mermando. Todo esto sucedió paulatinamente, hasta que un día simplemente, no pudo volar más. Estrellado en el piso y lleno de un dolor inexplicable, volvió a su cueva en la montaña triste.
Decidido, hizo lo posible por volar. Pero no pudo. Dando vueltas y vueltas encerrado en su cueva decidió vengarse amargado por la faltas de su humana, y se puso a invernar. Haciendo, que su humana también lo hiciera. Llegando, a hacer que a esta se le convirtiera el corazón en piedra.
Sin embargo, pasado los años. El corazón de la humana, comenzó a despertar. Dejo poco a poco de ser piedra. Haciendo que el dragón despertara.
El dragón emocionado, quiso volar inmediatamente, sin embargo, volvió a estrellarse contra el piso.
En su cueva entendió, que para comenzar todo de nuevo tendría que tener paciencia, y no ser ansioso. Tendría que poco a poco re aprender a volar. Hasta poder algún día ser el dragón de la montaña triste de antaño. Agradecido por el cambio en su humana, le retribuyo el favor tratando de hacerla más fuerte, más sabia, igual que el viejo dragón.

Lo siento. No puedo dejar de escribir…

1 comments:

Anonymous said...

Interesante relato. Quizás por eso ya no vemos tantos dragones.
Hay muchas personas que sufren en este mundo. Sería triste también, ver a seres lacónicos volando sobre nuestras cabezas. Como intentando no dejarse llevar por nuestros absurdos pensamientos. Suerte Evex. :)