Una piedra en el camino….


Me enseño que mi destino era rodar y rodar….rodar y rodar… Dice el corrido mexicano, triste como todas las canciones criollas. (Nótese que hablo como criollismo de algo netamente de un país, no necesariamente chileno) El cantar al des amor, la popularización y masificación del “Drama Queen” (Qué dijo mi querida amiga Cote por allí). ¿Por qué drama Queen? El hecho va más allá del género, el ser sufriente va desde Shakespeare y su gay Hamlet, hasta la siútica novela noventera de hombreras anchas.

¿Por qué? Porque somos adictos al sufrimientos perpetuo, colectivo o místico. Por algo la votación del personaje de la historia lo van ganado dos de los personajes más acongojados de nuestros 200 años. Dos suicidas, idealistas. Murieron por amor a la patria. Amor. Si parecido al que canta Mijares, Alejandro Sanz. Pero ¿cómo dirá usted? Comparando chicha con limoná. No es el mismo saco. Amor, empotramiento por una causa u persona.

Si todos somos Drama Queen, tal vez en un momento Adriana Godán golpeó nuestras cabezas, con su mítica peineta. O mejor pensar. Somos pilas, como dirán los más tecnológicos (Matrix, es real la wea o no)  

Yo pienso que simplemente hay que tener especias y condimentos a la vida, un poco de lagrimas y gritos, si no el arroz de todos los días no sale a ninguna webá. 

¿Cómo restablecer el orden cuando el vaso está quebrado?

¿Armar las piezas poco a poco? ¿Botar la basura esparcida en el suelo? ¿Secar el piso?  No lo sé. Nadie puede darles una receta de cómo retomar la vida, porque estamos hablando de la vida, después de un desastre emocional. Tal vez sea lo mejor hacer una introspección…. Una especie de “locura natural” y hacer yoga, para aclarar el alma, para mejorar el estado físico, para mejorar tu deteriorado karma. 

O algo un poco más tradicional y destrozarte las nalgas a puro trote. Si las endorfinas son buenas aliadas, pero el problema es cuando el sudor ha pasado, cuando se hace de noche y piensas, piensas y no puedes tranquilizar tu alma. 

Zaz…. Touche.

O lo peor es cuando evades el problema, y te ahogas literalmente en un vaso, tu mejor amigo es el ron habana, no puedes dormirte sin un cigarro y tu cuerpo termina destrozado. Casi tanto como tu integridad. 

Voltéate cabrita. 

Sí. Mira al lado. El vecino rugoso e impotente esta peor que tú. Míralo te darás cuenta que tu vida es disneylandia. 

la prima vera

El tiempo se restableció y el orden lógico de las cosas volvió a ser el mismo, ya no hay pena ni gloria. No estoy en una eterna dicotomía extrema anímica. No, parece que los atisbos de sol primaveral apaciguaron la balanza dispar. 

Si eso es bueno, había dejado de lado uno de los placeres mundanos más grandes de la vida, escribir. Vomitar letra tras letra, ya sea de coherencias o incoherencias, solo vomitarlas. 

Heme acá, resurgiendo la pluma, regurgitando expresiones, sentimientos. Solo puedo decir. Bienvenida primavera.