La ingenuidad nos mata, nos acosa. Somos niños dentro de un cuerpo de adulto, queremos afrontar cosas, pero cuando estas se nos vienen encima sólo tendemos a reaccionar con un puchero.
Si… ese puchero regalón y mimado vestigio de nuestra infancia ochentera. Uno confía en los amigos, supuestos, amigos de cálida voz y largo pasar, pero no se cuenta que su naturaleza humana tiende a traicionar. Tiende a hablar más de la cuenta, a decir lo que no se debe, ya que no se sopesan las consecuencias de los actos.
No tendemos a pensar con la cabeza, hace algún tiempo que no pienso con ella. Creo que deberé evaluar sus posibilidades de vuelta a las canchas. El matahari de mi intelecto dejará la penumbra invernal y cobrará fuerzas. Bueno… Lo hecho… hecho está. Y la principal culpable es mi ingenuidad nativa, esa que creo no volverá a salir en mucho tiempo.
La ingenuidad nos mata, nos acosa. Somos niños dentro de un cuerpo de adulto, queremos afrontar cosas, pero cuando estas se nos vienen encima sólo tendemos a reaccionar con un puchero.
Si… ese puchero regalón y mimado vestigio de nuestra infancia ochentera. Uno confía en los amigos, supuestos, amigos de cálida voz y largo pasar, pero no se cuenta que su naturaleza humana tiende a traicionar. Tiende a hablar más de la cuenta, a decir lo que no se debe, ya que no se sopesan las consecuencias de los actos.
No tendemos a pensar con la cabeza, hace algún tiempo que no pienso con ella. Creo que deberé evaluar sus posibilidades de vuelta a las canchas. El matahari de mi intelecto dejará la penumbra invernal y cobrará fuerzas. Bueno… Lo hecho… hecho está. Y la principal culpable es mi ingenuidad nativa, esa que creo no volverá a salir en mucho tiempo.