El fin de semana me fui al norte. No a Antofagasta como es usual si no a Calama. A celebrar el día del padre. Instancia necesaria ya que la oscilante relación con mi padre ha mejorado considerablemente. Puede ser que él hecho de que yo haya tocado fondo, nos unió más.
Posiblemente.
Bueno, me fui por las ramas.
La historia va como canalizar la rabia, la envidia o todo sentimiento humano. Ese día viernes mi papá llegó tarde por que tuvo que sacar a mi tío de la cárcel. Por un pequeño incidente en el mall.
Soy prejuiciosa.
Lo admito.
Pensé este sombrero loco, no cambia.
Sin embargo, cuando lo vi lo vi tan débil tan solo. Pensé es un animal indefenso que actuó violentamente por que tiene rabia interna.
Y no la entiende. Y la canalizó mal. Y lo sabe.
Cuando me despedí el domingo, ya no vi a ese ser altanero de antaño. Si no a la figura que alegraba mis cumpleaños infantiles, espero no esteriotiparlo. Y entender que esos dos seres convergen y son uno solo.
Lo mismo pasó con mi madrina, ayer supe que reaccionó mal frente a sus colegas y alumnos, lo cual produjo una protesta frente al colegio que dirige.
Ella tuvo una perdida de la cual no se pudo recuperar igual que mi tío. La cual le exacerbó su comportamiento verbalmente violento. Lleva más de 20 años dirigiendo ese colegio.
Ósea calidad docente no le falta.
Sólo canalizó mal.
Muy mal.
Tenemos que aprender a canalizar a exteriorizar pero sin dañar a otro.
Sacar la rabia interna es bueno.
Pero sin hacer bolsa a otro.
Digo tenemos por que es una reflexión que también tengo que tomar.
"La vida es un proyecto, sin proyecto de vida proyectado"
La hada madrina y el sombrero loco (catarsis dicotómica)
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
0 comments:
Post a Comment