La bifurcación cotidiana (cuando los amigos se alejan)

El post modernismo tiene la culpa, me decía un sabio profesor, de que la gente se aleje. El individualismo extremo.
El capitalismo imperante y agobiante.
Cada uno hace su vida.
Sólo se vive de recuerdos sobre los buenos amigos. Nací en una época bastarda. En que no era ni chicha ni limoná. Jugué en la calle e hice buenos amigos en el colegio.
Los cuales como el mundo cambiaron.
Mutaron.
Evolucionaron.
Sólo, yo pegada en un mundo irreal me tuve que aclimatar a la fuerza.
El muro cayó y sin quererlo botó mucho más que cemento y arena. Botó los ideales, los extremismos, aunque algunos no muy sanos.
Consecuentes. Ahora vivimos en una eterna supuesta ecuanimidad al peo.
Todo es relativo.
Tanto que hasta lo que parecía inmutable cambia.
Para mejor o para peor sólo cambia.
Sin embargo el mundo es mundo. El gusano de seda aunque sea mariposa, sigue siendo gusano, uno con alas.
La esencia debería quedar o no…
… un atisbo, eso es un atisbo.
Per se.