La liturgia de ojos tristes me persigue, me dice que debo tener fe, creer en algo. Pese a que el dragón de la montaña me convirtió el corazón en piedra. Debo dejar de encandilarme con la modorra tristeza, y empezar un nuevo camino. En donde no exista nada sólo yo.
0 comments:
Post a Comment