Chancho Irarrázabal

Hace un par de años cuando estudiaba periodismo, junto con mis amigos nos hicimos fanáticos del programa infantil 31 minutos. No era solamente nuestro lado núbil él que salía, si no que veníamos el lado sarcástico del periodismo hecho títere. Es así como pasado el tiempo cada uno de nosotros tenía un personaje en particular con el cual se identificaba, el mota era Juanin, al pato le gustaba Bodoque. A mí me gustaba uno que no salía regularmente.

Era el Chancho Irarrázabal o Chancho Rosado, el cual apareció tímidamente en las encuestas de Mico el Micófono, hablando pura bazofia y echándole mierda al mundo. Él comía basura, le importaba una mierda los "ecogistas" solo le importaba él. Lo que partió como algo entretenido para mi, se volvió algo reflexivo, El chancho rosado era un reflejo de nuestra idiosincrasia, era el viejo punga que se rie en la calle, el flato con los amigos, o la sacada de mocos cuando nadie nos mira. El Chancho no tiene conciencia, a él nadie lo reta, el es malo. Es rasca pero al mismo tiempo bacán. Viva el Chancho Irarrazábal